La fama de los paisajes de alta montaña de Suiza es merecida. Con más de 40 picos que superan los 4.000 en su territorio, ver en directo los colosos de los Alpes y sus glaciares es una experiencia de las que no se olvidan. Para disfrutar de las mejores vistas, te proponemos tres lugares que no pueden faltar en tu visita al país helvético.
Panorámica de un rincón de los Alpes Suizos
– Lauterbrunnen: «El alma humana es como el agua, proviene del cielo y hacia el cielo se eleva». En el valle de Lauterbrunnen, las cascadas son las protagonistas y por sus abruptas paredes de roca se abren paso 72 saltos de agua, algunos tan impresionantes como Staubbachfall, de 300 metros de altura.
La belleza natural de este lugar es tan especial que inspiró los versos del «Canto de los espíritus sobre las aguas», un poema que Schubert posteriormente musicó. Si te sitúas en algún punto en que la perspectiva te permita contemplar varios saltos de agua, disfrutarás de un espectáculo hipnótico y cautivador acompañado del murmullo del agua en caída libre.
Cascada de Staubbachfall en el valle de Lauterbrunnen
– Gornergrat: Desde el mirador de Gornergrat podrás contemplar una de las panorámicas de montaña más bellas del mundo. Delante de ti tendrás 30 cumbres que superan los 4.000 metros de altura, entre los cuales destaca la pirámide perfecta del legendario monte Cervino, el último de los grandes picos alpinos en ser escalado. Pero para subir a Gornergrat no hace falta experimentar las penurias de los pioneros de la montaña, ya que en 1898 se instaló el primer cremallera eléctrico, que hace que la travesía desde Zermatt hasta el mirador sea un agradable trayecto ferroviario con paisajes de postal.
Monte Cervino o Matterhorn
– Grindelwald: La localidad de Grindelwald es un lugar imprescindible de los Alpes Berneses. Aquí podrás disfrutar de la fascinante panorámica de la cresta del Eiger (el Ogro), el Jungfrau (la Doncella) y el Mönch (el Monje) desde los numerosos miradores de la localidad. Además podrás acercarte con el cremallera que conecta el puerto de Kleiner Scheidegg con la cumbre del Jungfraujoch, a 3.454 metros de altura. El otro gran aliciente de esta zona es el glaciar Aletsch, el mayor y más profundo de Europa, constituido por la unión de tres glaciares y en el que el grueso de la capa de hielo es de casi un quilómetro.
El Eiger, el Mönch y el Jungfrau desde Grindelwald