Este es el primer post de 2019 y esperamos que tus propósitos viajeros vayan tomando forma. En nuestro último post del año pasado, los 9 viajes de Mitic Viajes para 2019 (Parte I) ya te presentamos los cinco primeros magníficos viajes culturales que tenemos previstos para este año. Este artículo es la continuación del anterior, en el que terminaremos de presentarte los destinos que faltaban, cuatro viajes muy singulares y diferentes que te permitirán descubrir lugares sensacionales y disfrutar de experiencias únicas.
Explorar los magníficos parajes naturales y las acogedoras localidades de la región de Cornualles, en Inglaterra. Caminar por la Gran Muralla y visitar las ciudades más impresionantes de China. Descubrir dos países muy próximos y singulares como Albania y Macedonia. Quedarte fascinado con la arquitectura vanguardista de Astaná y vivir la experiencia increíble de visitar uno de los cosmódromos más importantes del mundo en Kazajstán. ¿A que suena bien? Pues sigue leyendo y sabrás qué alicientes más te esperan en estos viajes.
El encanto bohemio y marinero de los paisajes de Cornualles
En un día soleado, la encantadora St. Ives nos recordará más a un paraíso subtropical que a una localidad de Inglaterra.
Los lugares cercanos a mares y océanos, en los que parece que el mundo se acabe, tienen un encanto especial. En el suroeste de Inglaterra, la península de Cornualles es un territorio con una personalidad excepcional y unos paisajes maravillosos, repletos de misticismo y de leyenda. En los seis días de nuestro viaje cultural por Cornualles, disfrutaremos de los paisajes de acantilados y de las pequeñas poblaciones costeras de las que tantas veces hemos disfrutado con las novelas de Rosamund Pilcher y con sus adaptaciones televisivas. Para ir descubriendo la región nos alojaremos en la bohemia St. Ives, un bonito pueblo de playa donde el arte es el protagonista. Hasta encontraremos una sucursal de la Tate Modern. En nuestras excursiones visitaremos lugares tan singulares como el Minnack Theatre, uno de los teatros al aire libre en uno de los entornos más bonitos del planeta, o el monte St. Michael, al que se podría considerar el pariente inglés del monte Saint Michel bretón. En Titangel nos esperan los espectaculares paisajes de las tierras en las que, según las leyendas, nació el rey Arturo, y con la visita al proyecto medioambiental Eden Project descubriremos la cara más innovadora de esta región única. Y aún tendremos tiempo de disfrutar de Bath y de sus baños Patrimonio de la Humanidad y de la vibrante Bristol, cuna de Banksy y una de las ciudades más dinámicas de Inglaterra.
Palacios, monumentos y rascacielos en la milenaria China
El Templo del Cielo de Pekín es uno de los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad que encontraremos en la capital de China.
En China nos espera un choque cultural en todos los aspectos, ya que tendremos que frotarnos los ojos para creernos que todo lo que vemos es real. Empezaremos esta ruta de dieciséis días por China descubriendo los tesoros arquitectónicos y el legado histórico de Pekín. Aquí podremos pasear por la ciudad imperial conocida con el nombre de La ciudad prohibida, uno de los complejos de palacios de madera más antiguos del mundo, o por la inmensa plaza Tiananmen, un pilar cultural del país en el que encontraremos el mausoleo de Mao. Una de las experiencias únicas será ir a la Gran Muralla para pasear por ella y contemplar los paisajes que rodean a la construcción humana más grande la humanidad. El espíritu de construir obras descomunales en China sigue vivo en Shangái, donde nos sentiremos diminutos al lado de rascacielos de hasta 600 metros, que dibujan una de las siluetas urbanas más famosas de todo el mundo. Y en este trayecto entre Pekín y Shangái, iremos descubriendo ciudades encantadoras como Pingyao y su centro histórico medieval, el impresionante mausoleo de los guerreros de terracota de Xian, los paisajes kársticos de fantasía que rodean Guilin, y también Hangzhou y Suzhou, dos ciudades vecinas con patrimonios históricos espectaculares.
Albania y Macedonia, dos países para descubrir muy cercanos
La ciudad de Ohrid tiene unos paisajes y un patrimonio cultural espectacular. Antiguamente era conocida como «la pequeña Jerusalén» porque había 365 iglesias en la ciudad.
Es probable que conozcamos bien a nuestros vecinos europeos más próximos, pero hay otros que no están tan lejos como pensamos y que nos pueden ofrecer una experiencia fascinante. Lo que pasa es que quizá no oímos habar tan a menudo de ellos. Albania y Macedonia son dos países con paisajes maravillosos y un patrimonio cultural espectacular. Los dos comparten el bonito lago Ohrid, que hace las veces de frontera natural, y que nos regalará vistas de ensueño. En las últimas décadas, Albania ha luchado contra los fantasmas de la dictadura comunista del pasado siglo XX y ahora tiene ganas de abrirse al mundo y de mostrar al mundo su mejor cara. Yacimientos históricos como Butrinto, ciudades medievales con importantes castillos y centros históricos Patrimonio de la Humanidad como Berat y Gjirokastër, además de maravillosos parques naturales y paisajes de montaña, son algunos de los lugares más destacados del país, que tiene los manantiales naturales del Blue Eye (Ojo azul) como uno de sus principales tesoros naturales. En nuestra incursión en Macedonia, visitaremos la preciosa ciudad de Ohrid, conocida como la pequeña Jerusalén porque llegó a tener 365 iglesias, de las que destaca la iglesia de San Juan de Kaneo, o Bitola, en la que encontraremos el yacimiento de Heracleia Lincestis, que nos permitirá revivir los tiempos de Alejandro Magno y el esplendor de la antigua Grecia.
El emergente Kazajistán, un país de ciencia-ficción
Visitar el cosmódromo y los museos relacionados con la historia aeroespacial son una de las experiencias únicas que solo podremos vivir en Kazajistán.
Desde que se independizó de la antigua URSS, Kazajistán ha vivido una ascensión tan meteórica como la de los cohetes que suelen despegar en el Cosmódromo de Baikonur, uno de los principales centros de aeronáutica del mundo, situado en el corazón de este país. Astaná ha relevado a Almaty como joven capital del país y en las últimas décadas se ha convertido en una ciudad con una arquitectura de primera línea gracias a los espectaculares proyectos de Norman Foster, como la Torre Baiterek, el Palacio de la Paz y la Concordia o el centro comercial Jan Satyr. El más reciente y flamante de sus edificios es el Nur Alem, el edificio esférico más grande del mundo, que fue uno de los principales atractivos de la Expo 2017 celebrada en la ciudad. Almaty, sin embargo, continúa manteniendo el encanto de haber sido el centro neurálgico del territorio durante siglos y está rodeada de montañas desde las que disfrutaremos de vistas espectaculares. Otro de los paisajes emblemáticos del país es el espectacular Cañón de Charin, que se suele comparar con el Gran Cañón del Colorado por sus similitudes. Y si hay una experiencia única y propia de Kazajistán es visitar una base aeroespacial como el Cosmódromo de Baikonur, donde podremos revivir el glorioso pasado de la astronáutica soviética y ver en primera persona lugares que han sido históricos en la carrera de la humanidad por llegar al espacio.