Dubrovnik está considerada «la perla del Adriático» por la belleza de su centro histórico.
Entre sus islas y su litoral, Croacia suma casi 6000 kilómetros de costa. Por eso, una de las mejores formas para conocer algunos de sus principales tesoros es a bordo de un barco. Playas espectaculares, islas paradisíacas y ciudades encantadoras con un rico patrimonio arquitectónico e histórico como Dubrovnik o Split, son algunos de los principales alicientes que descubriremos surcando las aguas del mar Adriático. En Mitic Viajes muy pronto nos embarcaremos en un crucero por Croacia y la costa dálmata y por eso te queremos ofrecer una pequeña muestra de las maravillas que encontraremos. Ah, y también nos acercaremos a la vecina Montenegro y a los increíbles paisajes de la bahía de Kotor. ¿Quieres saber más? Pues a continuación hemos seleccionado cinco de las paradas imprescindibles de un crucero por Croacia.
Dubrovnik, el icono de Croacia
La Velika Gospa (Catedral de la Asunción) de Dubrovnik es un símbolo de la ciudad. Fue construida entre los siglos XVII i XVIII después de que que el terremoto de 1667 hundiera la anterior catedral.
Esta preciosa ciudad amurallada se ha convertido en el símbolo de la Croacia moderna y de la apuesta por un turismo en el que el patrimonio cultural y la naturaleza son los protagonistas. La pintoresca ciudadela de Dubrovnik, con los característicos tejados anaranjados y las torres de las murallas, es una joya arquitectónica en la que podremos disfrutar de sus palacios y de sus edificios religiosos. Paseando por las aceras de mármol, como si nos hubiéramos transportado a una ciudad clásica, podremos contemplar la bonita catedral de Velika Gospa, la icónica Fuente de Onofre, de forma circular y el Palacio del Rector, con una preciosa entrada porticada. Desde las murallas tendremos una perspectiva aérea de la ciudadela, que seguro que nos emocionará por su belleza y por el bonito contraste de la ciudad con las cristalinas aguas del mar que la rodean.
Parque Nacional de la Cascada de Krka
La cascada Skradinski es la más espectacular del río Krka i la más visitada del parque nacional.
En los alrededores de Sibenik encontraremos una de las maravillas paisajísticas de Croacia i, probablemente, una de las imágenes más emblemáticas del país. De las siete cascadas del Parque Nacional de la Cascada de Krka, la fotogénica cascada Skradinski nos fascinará por su anchura y por los numerosos saltos por los que el agua se precipita con armonía por las rocas de travertino. Además, está permitido bañarse en las preciosas aguas turquesa de la piscina natural que forman, una experiencia muy agradable, especialmente en verano. En el interior del parque también hay otros atractivos, como los monasterios de Krka o de Visovac.
El palacio de Diocleciano de Split
La ciutat de Split nació a partir del palacio de Diocleciano y en el casco antiguo de la ciudad encontramos sus vestigios.
No todos los días se puede disfrutar de la oportunidad de pasear por un palacio roano en un increíble estado de conservación, aunque para los habitantes de Split sea algo de lo más normal. Poco se imaginaba el emperador romano Diocleciano, que la fastuosa residencia que ordenó construir cuando abdicó de su cargo se convertiría en el centro de una gran ciudad. El monumental palacio de Diocleciano no es solo un edificio, sino que es un inmenso complejo que se ha convertido en el corazón del casco viejo de Split. Este recinto abierto está lleno de rincones maravillosos por los que hacer un viaje en el tiempo. Su belleza y su valor arquitectónico y cultural es tal que el año 1979 la Unesco lo declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad y ahora se ha convertido en el símbolo de esta ciudad dinámica, que es un centro cultural y artístico de Croacia.
Hvar, un paraíso en el Adriático
El faro de Sucuraj es uno de los lugares icónicos de la isla de Hvar.
La idílica isla de Hvar se ha convertido en uno de los lugares de moda de las costas del Adriático. ¿Será por el delicioso aroma a lavanda, la planta estrella de la isla? ¿O por sus bonitas playas de arena blanca y por unos fondos marinos ideales para darse un chapuzón y bucear? ¿O porque se trata de la isla con más horas de sol del Adriático? O, quizás, porque además de todo esto en la isla se respira un clima de tranquilidad mediterránea que invita a pasear y disfrutar de la vida relajadamente. Su ubicación estratégica provocó que históricamente recibiera muchas influencias culturales, hecho que queda ilustrado en la gran riqueza de estilos arquitectónicos que encontraremos en sus construcciones. El Convento de los Franciscanos, con una excepcional colección de arte y de objetos venecianos, la catedral de San Esteban del siglo XVI o la Fortaleza de Napoleón son algunos de los lugares más destacables de una isla que nos cautivará por su belleza.
La bahía de Kotor, el sorprendente fiordo de Montenegro
Aunque en realidad no es un fiordo, por su orografía se suele decir que la bahía de Kotor es el «el fiordo más meridional de Europa».
La peculiar forma de Croacia conlleva que tenga unas fronteras muy curiosas con sus vecinos Bosnia y Montenegro. Desde Dubrovnik, una ruta de un día muy recomendable es la de desplazarse hacia el este, ya que Montenegro y la bahía de Kotor quedan muy cerca. Por su forma, a menudo se denomina a la bahía de Kotor como “el fiordo más meridional de Europa”. El contraste entre la orografía montañosa y la forma de la bahía evoca los maravillosos paisajes escandinavos, pero, además, con el añadido de que Kotor es una ciudad de una belleza y un patrimonio arquitectónico espectacular, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad. La catedral de San Trifón y los bonitos edificios del centro histórico nos sorprenderán, así como las murallas medievales que aún se conservan. Pero seguro que lo que más nos seducirá son sus espléndidas vistas de postal.